sábado, julio 30, 2005

El periodismo de trinchera

Ángela Rodicio acaba de publicar un libro, que puede parecer vengativo, de ajuste de cuentas. En el periodismo las técnicas del cuchillo en la espalda proliferan en contra de lo que debería ser un mundo de pelea por la noticia y de honor fuera del foco informativo. La deslealtad y las insidias son como un gran primer plano, como un titular a cinco columnas, como un flash informativo. Las cuitas que salpican las apenas algo más de 300 páginas no impiden ver el horizonte de una periodista aguerrida y audaz. Entre los mutilados en el libro están un cámara muy famoso –apodado en el texto Mastuerzo– y un reportero de guerra que fue, que luego presentó un telediario y que ahora es escritor de mucho éxito cuya última obra es de una famosa batalla en la que una armada perdió el apelativo de invencible: Turi, Turí... Otros que también descarrilan son un tal U.R.D.A.C.I, su séquito, antiguos comunistas afiliados a la cadena del odio, un director con mucho mundo y la mayoría de la plana ejecutiva del PP en tiempos de gobierno. A mí el periodismo me ha parecido para la gente con cierto carácter rebelde que le impulsa ir hacia delante, no sin faltarle unas gotitas de talento e inteligencia. La Rodicio en este libro muda de piel, tal y como ella dice, mostrando a un lado el rostro más venal y al otro el reflexivo a través de la información. Lo que más me interesa son las vivencias contadas de la guerra de los Balcanes, segunda Intifada y guerra de Irak. Como libro de contexto para comprender la actual situación geopolítica y geoestratégica creo que es muy ilustrativo. Pero los episodios de censura, conspiración y mooving que relata la autora ponen en la palestra el enorme poder de decisión que tienen los acólitos a la causa sionista. Pura vergüenza. Es cierto que a los amantes de la buena prosa les va a impactar la mala sintaxis y, en algunos casos, los fallos ortográficos. No entiendo por qué la editorial –que por cierto no da fe por ninguna parte en su web de que el libro ha sido editado por Plaza & Janes- no ha mostrado mayor cuidado en las correcciones.En mis pocos días de asueto vacacional he aprendido con la lectura de este libro a amar un poquito más a la profesión de periodista y a respetar a los profesionales que son capaces de hasta sacrificar su vida por informar.

2 comentarios:

Jesús M. Pérez dijo...

Pues la verdad que la Niña Rodicio nunca fue santa de mi devoción por sus clamorosas pifias yendo por la vida de superreportera-guerrera.

Vomitaciones desde fuera dijo...

A mi también me parecía lo mismo, por este mismo motivo decidí comprarlo. Ese notable afán de superioridad no lo pierde, no te sorprenderá notar que ella es la mejor, pero el testimonio es lo cuenta.