Serendipias

Nada mejor que Wikipedia para acotar este neologismo. Le viene al pelo, teñido con reflejos, color amarillo submarino. La última vez que la vi de cerca la piel de su rostro estaba ajada, llena arrugas y con un color fatigoso, disimulado por parches cosméticos. David sostiene que su fama labrada en CQC fue alcanzada, merced a comentarios como aquel que hizo cuando era ministra de Cultura al confundir a Saramago con Sara Mago. Creo que no. Pudo ser una plataforma para tomar impulso, pero entiendo que pese a su elocuencia con que comparecía no hizo bien a su imagen los comentarios que hacía. Esta mujer tiene movimientos propios de los reptiles. En política, a los aspirantes a la jefatura de los partidos se les denominan delfines, pero a ella no le va la relación con estos mamíferos. Nuestra mujer, la destapada, ha hollado cumbres políticas a toda pastilla. Pero claro esto no solo implica un claro deterioro físico. Sería un desastre. Trepar a lo alto es una profesión de riesgo de la que pueden obtenerse beneficios a una velocidad meteórica. Espe es una de estas personas. Ella sola ha sido capaz de salir elegida Presidenta con el voto de dos tránsfugas (qué bonito eufemismo), disolver las cámaras y ganar por mayoría absoluta. ¡Esta es mi Espe! (dixit, José Luis Torrente, hombre de discurso claro, y liberal, como mi mi Espe).

De caballos y mirlos blancos no supimos mucho. No debieron existir gentes de dinero en este asunto porque lo único que supimos fue de un empleado de servicios de reprografía. El pobre tenía que sumar cotizaciones para una jubilación digna y recurrió a unos jóvenes emprendedores, que arriesgaron todo su capital para confiar en darle una oportunidad a este hombre: toda una obra de caridad. Ha pasado el tiempo. Y la obra de la primera de todas las madrileñas dos años después de ser entronizada es un Potosí. Tan extensos son sus logros que he preferido contaros uno de mis favoritos: los concursos. Cada vez que hay uno importante la transparencia y la claridad son su bandera. Algunos obstinados presentan demandas contra algunas decisiones de su Gobierno. Otros, rozando el esperpento, la acusan de prevaricación, por supuesto rechazada ante la más alta instancia. Prevaricación. Suena mal. Pese a lo cual nuestra Espe quiso nombrar a uno de los que más sabe. Le nombró Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, hombre de gran reputación al que nadie le niega su honestidad y menos aún el conchaveo con las gentes de la política. Como veréis en todos los enlaces, no son serendipias: os equivocáis, son grandes ejemplos de transparencia, un modelo a seguir por la humanidad. ¡Esta es mi ESPE!