Notas bienintencionadas

Termino de leer tres notas muy diferentes unas de otras. La primera, la que escribió Sombra acerca de los blogs y del futuro de los medios de comunicación convencionales ante el avance de la red. La segunda es el blog de Victoria Prego que construye una fenomenal crítica a los principales dirigentes del PP tras el anuncio de presentar un recurso de inconstitucionalidad a la Ley que permite el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Solo salva a Espe con un claro tufo a otra cosa (a buen entendedor...). Y la tercera es la entrevista que hoy publica el diario EP hecha al historiador especializado en Historia de España, Ian Gibson, autor de algunos libros que convendría consultar pero que, por desgracia, están agotados. Búsqueda de evidencias la que he iniciado hace unos minutos y que me han convertido en un bucle. Ahora, tras fracasar en la compra de un libro, me encuentro golpeando el teclado, incitado a escribir de unos cuantos apuntes grabados en mi cerebro. Mi vida lleva unos meses cambiada. Ha sido como darle la vuelta a un calcetín para distinguir de incertidumbres todas aquellas que pueden ser ciertas, y que se divisan allá, en el horizonte. La gigantesca matrícula que he hecho hoy para concluir la carrera me regresa a la grandeza que los sueños nos deja. Como ha escrito Mary los sueños te conducen a situaciones no imaginadas. Los míos también son similares. Nos dejan un terreno horadado por la devastación de las dudas mas los efectos se anteponen a la dificultad y nos lanzan a la aventura del reto y a la vivencia de lo que vendrá. Nace una nueva temporada de ilusiones. Algunas de ellas inconfesables por que pueden no ser entendidas, tales como un trabajo mejor, una casa mejor, un tiempo libre mejor... Todas se explican por las intrahistorias. Pero de la que os voy a escribir es de la referida al tiempo libre. Quisiera llevarme al tiempo al páramo donde mis pies se sintieran más altos que la montaña más elevada para leer y pensar. Quisiera después hacer una pausa y pensar sin que el tiempo me hiciera sentir como hago en algunos sueños en los que quiero huir, intento correr –me persiguen– y no puedo. Un aspecto quimérico, que late con rapidez. las Ideas ha sido la espita abierta para colorear, con rapidez, para sentirme alto, como el que más, para tumbar al tiempo, para pensar. Quienes me han enseñado a coger los bártulos, quienes me han animado aun saliendo borrones a escribir en un blog han sido un grupo de amigos, que fuera ya de su condición moral, me han dado cariño y calor. De aquellos parajes voy. Voy porque nunca me fui. las Ideas es un sitio donde lo que nos une es una idea de progreso y nunca de retroceso, como muy acertadamente ha escrito Prieto. Donde agregar y recomendar aquellos blogs con identidad y que pueden ayudar a difundir campañas, nodos y algunas cosa más. Aunque escribo por mí, creo que nuestro nodo pretende embocar en una corriente progresista con algún toque, como escribe César, de liberalismo demócrata. Pretendo(mos) maximizar la perspectiva. En este sitio han entrado a esta primera escena un ramillete de blogs. Son la avanzadilla de lo que tiene que venir. Sobre este tipo de páginas se mueven muchas suspicacias, en especial las de aquellos medios que controlan un número apreciable de ellos azuzando a los que quieren hacer méritos patrioteros a que escriban textos susceptibles de ser considerados delito. Otros blogs, como muy bien ha escrito Jesús, están siendo amplificadores en la red de lo expresado en los medios sin más, ni menos. En cambio, en ese mismo post escribe lo que para mí es una de las claves de adónde tenemos que llegar: los blogs tienen la ventaja de proponer una info descentralizada, autónoma e independiente o ser “la expresión de una libertad individualizada”. No se trata de ser plural. Es un nuevo concepto: Opinión Pública individualizada. Es cierto que la mediatización manda, tanto que los motores de búsqueda actúan en la globalidad de la red. La búsqueda de fuentes es el desafío que diariamente se le presentan al internauta y en que como lo lograra sería la llave para abrir espacios de libertad individualizada.