lunes, septiembre 19, 2005

Yo voy de yo por la vida

No soporto la inmodestia de la gente. Menos la de los políticos. A Zapatero le criticaría muchas cosas, pero lo que más me inoportuna es el manejo de la primera persona, singular, del pretérito perfecto. A qué viene decir he hecho cuando se trata en todo caso de primera persona del plural para luego, a renglón seguido, conectarlo con un para ellos (la ciudadanía). Sin embargo no es a Zapatero a quien le toca este post. El titular es el mismo con el que abría Karmentxu Marín la entrevista de los domingos en la última de El País. El documento no tiene desperdicio. Creo que la lectura es muy recomendable, incluso para la propia ministra de Cultura. Morir de yoísmo –perdonarme el palabro–, perder el anonimato personal es una tentación en la que caen la inmensa mayoría de los políticos. Eso es lo que les hace diferencia de caer en gracia a en desgracia. Por ejemplo, no dudo de que José Bono sea mejor que los aludidos líneas arriba, pero no duda en ser un demagogo antes de caer en la tentación de “soy fantástico y todo el mundo lo sabe”. Creo que algo queda todavía de lo que el profesor, al que aún recuerdo siendo yo niño como un señor que enalteció el papel del político e hizo que muchos de nosotros quisiéramos ser de mayores aprendices de mejorar la calidad de la vida de los ciudadanos. El desafío de hacernos mejor la vida, de propiciar una sonrisa por el bienestar de lo que tenemos y que podemos disfrutarlo con cierto placer es la meta. Sigo creyendo en ello. Creo que ya sabéis cuáles son las fórmulas de quien esto escribe: entre otras cosas, justicia social, aminorar la equidistancia entre sectores de la sociedad, integración para mejora de la convivencia y un sustento: la pedagogía como fondo y la acción de proponer ideas como correa transmisora. El contexto se refiere a lo que no es presentable. Nuestra Carmen Calvo no quiere ser sólo ministra, sino también nuestra, como lo son los del sainete de salsa (rosa, de tomate...). Tanto como aquella Penélope, mucho más arquetípica de las novelas de Hammet o de Chandler que nuestra Carmen de Málaga. Lástima, porque le gusta el rock y los toros, como a mí: muy heavy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi los que me encantan son los que hablan en plural mayestatico, tipo benito xvvttriii , "nos pensamos" , o mi adorada aida , de gran hermano, esos son los mas mejores